martes, 10 de marzo de 2009

Nuevo comienzo

Esta vez no habrá poesía, sólo la sinceridad más grande con la que alguien peude hablar. Esto e slo ueno del blog, que me desahogo por completo. Aquí voy...

Hoy me puse a pensar en mi situación hace un año atrás. Hace un año atrás tenía una rabia contenida y una pica impresionante. Tenía ganas de quemar cierta casa y estrangular ciertas personas. Tenía un rencor guardado que literalmente me consumía el alma y no me dejaba en paz. Además de todo eso, sin querer queriendo, tenía en el fondo fondo... un llamita llamada Esperanza, que no se dignaba a morir por mucha arena que le tirara encima. Sin embargo, toda esta ira que guardaba dentro impedía que esta llamita "agarrara papa" y prendiera como buena llama que era.

Con el tiempo lo pudo hacer... y ya de ahí es otro cuento. Altos y bajos... más bajos que altos... vida vertiginosa: todo era increíblemente hermoso o catastróficamente dramático. Cuántos cambios de humor, cuántas risas estruendosas y cuántas lágrimas hirientes pasaron por mi rostro el año pasado. Mi corazón se contraía y expandía de manera peligrosa... como cuando las cosas se trizan. Los cambios bruscos nunca han sido buenos... el material de los corazones termina por ceder tarde o temprano.

Viéndome hoy, un año después, me veo absolutamente distinta. Estoy tranquila pues quemé mis último cartuchos bien utilizados a mi juicio, salté una barrera muy importante en mi vida, mi gran orgullo, para dejar que hablara el alma. Se sintió muy bien independiente de los resultados. Hoy puedo decir con firmeza que no dejé nada por hacer...

Sin embargo ya no habita Esperanza en mi... y renové el corazón. El rencor no existe, ahora cohabitan una Pena Amarga de lo que pudo ser y no fue... con una Tranquilidad impagable a las cuales las visita de vez en cuando la vecina Sorpresa, que levanta el ánimo por esos lares :) Se suma por el barrio un matrimonio conformado por Coraje y Audacia que me instaron a tomar la decisión de cambiar de aire por unos cuantos meses (si todo resulta bien).

Todo esto no fue gratis, fue debido a largas conversaciones de verano con una buena amiga y a la suerte. De la conversación rescato que debo levantar la vara pues me estuve conformando con muy poco durante mucho tiempo (qué difícil es darse cuenta de eso!) y que nadie merece estar a la patada y al combo... Que debo valorarme porque si no lo hago, me pasan a llevar.

Lo de la suerte fue salvadora: en cierto instante pensé decididamente a dejar todo por otra persona, incluso mis propios intereses, con tal de no perderla. Dios es grande y sabe lo que hace. Aquel rechazo fue providencial... ese "Es que por mí ahora no volvería" fue la frase más adecuada... Aquél "NO" fue mi palabra divina. Al fin la encontré, porque de seguro, y esto lo firmo aquí y ahora, si la respuesta hubiese sido "Sí"... yo sería la mujer mas desdichada de este planeta... y me odiaría a mí misma por permitirme ganar ese título.

Por eso... hoy no tendré una vida llena de amores y desgracias... pero gozo de una tranquilidad envidiable...

Qué bien se siente haber hecho bien las cosas... la conciencia tranquila es maravillosa.

Gracias Dios por darme la oportunidad de volver a valorarme.

martes, 13 de enero de 2009

Miedo

Siento curiosidad por del futuro, añoro el pasado y sólo vivo el presente con una dosis diaria de miedo por no saber absolutamente nada sobre lo que hago... sólo sé que tengo miedo, es lo único seguro que siento.

Como señala el siguiente poema... busco la palabra divina.


Miedo (Alfonsina Storni)

Aquí, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
estréchame en tus brazos como una golondrina
y dime la palabra, la palabra divina
que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo.

Háblame de amor, arrúllame, dame el mejor apodo,
besa mis pobres manos, acaricia la fina
mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
que soy, ¡oh cielo eterno!, sólo un poco de lodo.

¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras...!
Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras
que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran.

En tus brazos, amado, quiero soñar en ellos,
mientras tus manos blancas suavizan mis cabellos,
mientras mis labios besan, mientras mis ojos lloran.

martes, 23 de diciembre de 2008

Adicciones...

Cómo explicar todo lo que me está pasando...

Tengo una mezcolanza tan grande y variada dentro de mí que no sé por donde empezar, intentaré buscar un principio para esto.

Siento tanta, pero TANTA decepción... siento ingratitud, siento mal agradecimiento, siento deslealtad... me siento estúpida como cuando a uno lo engañan una y mil veces bajo tus propias narices sin darse cuenta, o en realidad probablemente haciéndose la que no nota nada...

No hay peor ciego que el que no quiere ver...

Eso me sucedió antes y ahora estoy pagando las consecuencias.

Tengo deseos de matar... de matar cualquier sentimiento restante que me queda... esos que me queman la garganta cada vez que tengo pena... esos que corroen mis ojos hasta hacerlos llorar... esos que perforan el alma con cada recuerdo... esos que ya no vale la pena tener.

Sé que esos recuerdos, en todo caso, son sólo eso... porque la realidad es tan distinta. Cuando siento pena, es por la nostalgia, porque echo de menos tantas cosas, tantas caricias, tanta compañía...

La soledad es horrible, es desesperante, dan ganas de morir, a pesar de que siempre te dicen que jamás estarás sola... hay momentos que la gente no te puede otorgar la compañía ansiada...

Y es eso lo que ansío, la compañía que se desvaneció. No sé donde está, se esfumó de repente, no he podido encontrarla, ni siquiera donde la hallé por primera vez... simplemente no está.

No sé por qué me dejó, no sé si me cambió, no sé si se extinguió, no sé si murió o sólo se escondió porque ya no quiere estar más acá. Lo único que sé es que me volví adicta a ella y ahora me dejó y me siento como una drogadicta en abstinencia.

Padezco los mismos síntomas. Primero no quería reconocer que no estaba, que me había dejado. Yo seguía pensando que estaba ahí, que lo que tenía en ese momento era LA compañía de siempre, a pesar que no sabía a la de siempre, ese sabor dulce y fresco, reconfortante. Tenía un dejo de amargura, me pregunto qué sentimiento sabe amargo... ¿el desamor?

Luego cuando acepté que ya había desaparecido, vino la dura etapa de asumirlo... de decir que soy adicta a algo que no está y que lo que estaba, era una ilusión. Fue el momento de aterrizar... forzosamente debo decir. Dolió el costalazo, pero más duele lo siguiente.

Abstinencia: Hay días en que se está muy bien. que uno piensa: vaya, no era tan difícil después de todo. Pero hay recaídas... y esas son las pruebas de fuego. No hay que recaer, no más... es hora de ser fuerte y decir: esa compañía no hace bien, no vas a recobrar la ansiada, la del pasado, aquella que se fue para no volver. Deja de ilusionarte que hace mal. A veces dan ganas de recaer, de sentir por una vez una pizca de aquello que sentiste, aunque sean vagamente similares, el solo hecho de saber que estuvo, reconforta. Pero es como cuando uno bebe agua de mar cuando tiene sed... al final todo sale peor.

Estoy en la abstinencia, tengo días de crisis, días de rabia, días de odio y días de nostalgia. He llorado hasta la deshidratación y aún no logro avanzar nada... o quizá sí lo he hecho y aún no me doy cuenta.

Sólo espero que este período no dure mucho y que pronto esa compañía que me rehuye la pueda encontrar, en cualquier sitio, hora y momento.. estaré alerta, querida compañía escurridiza. Sólo te pido que no demores, porque te necesito.

No me dejes sola tanto tiempo, necesito de tí... apresúrate.

PD: Hoy no hay poesía... ni palabras divinas...

lunes, 6 de octubre de 2008

Deseo eterno y recuerdos de niñez

Ayer añoraba con ser princesa... hoy también. Y desde pequeña. El primer poema que me aprendí fue uno de Rubén Darío, definitivamente uno de mis favoritos. Se llama "A Margarita Debayle" y en él hablan de princesas; princesitas tan bonitas, Margarita, tan bonitas como tú. Se sorprenderán lo largo que es, pero me lo aprendí en 2 días y sólo tenía 7 años. Debe haber sido por mis locos deseos de vivir en aquella historia... y aquí va.



A Margarita Debayle (Rubén Darío)

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,

un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?»

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar».

Y dice ella: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

domingo, 5 de octubre de 2008

Egoísmo, ambición, decepción y algo más...

Es difícil explicar la lluvia de pensamientos y sentimientos que me invaden en un momento como éste. Siento que voy a explotar de rabia, mis ojos se ahogan en lágrimas, me siento tan insignificante, cambiable por cualquier cosa. Creo que el sueño de toda mi vida fue ser la princesa de alguien, que alguien se desviviera por mí y que yo lo hiciera por él. Ser por sobre todo lo más importante en la vida de esa persona.


Siempre quise ser una princesa pero me debo conformar con ser prácticamente una esclava. ¿Esclava de qué? De esa persona, porque a veces siento que doy demasiado y no recibo lo mismo. Soy de las personas que en general dan sin esperar recibir nada a cambio pues, me crean o no, yo me siento bien regalando alegría a otra persona. O quizá alivio, apoyo, no sé. Pero todo tiene un límite, y cuando las cosas se llevan al límite, pueden pasar cosas impensables.


Siempre he querido ser una princesa…


¿Qué hacer en momentos como éste? Soy tan egoísta y lo sé, soy orgullosa y también lo sé. Pero soy entregada en cuerpo y alma, dedicada hasta el más mínimo detalle. ¿Por qué las cosas no salen bien? ¿Por qué las cosas no me salen bien?


Siempre he querido ser una princesa pero soy egoísta. Las princesas no son egoístas. Me parezco más a una hermanastra malvada, que sólo piensa en sí misma y nunca va a tener un final feliz en su vida. Soy egoísta, pero no creo que eso sea malo… sólo exijo la quinta parte de lo que doy, nada más.


Nunca seré una princesa, eso ya lo sé, pero no puedo dejar de lado la ilusión de que algún día llegue un príncipe dadivoso, que me entregue cinco veces lo que yo le entregué. Pero eso será el día llegará cercano a mi muerte, pues las hermanastras malvadas no tienen derecho a ser feliz.


Y como soy egoísta, he aquí un poema de amor egoísta, obtenido de un libro egoísta, donde el protagonista idealizó a su enamorada hasta el punto de idolatrarla cual diosa griega, para luego darse cuenta que no era más que una niña cualquiera, y bien cualquiera, que no valía la pena. Pero él no podía dejar de lado su imagen etérea perfecta, porque esa fantasía era suya, y él era egoísta.




Quiero ser en tu vida (Martín Galaz)


Quiero ser en tu vida algo más que un instante,

algo más que una sombra y algo más que un afán.

Quiero ser en ti mismo, una huella imborrable

un recuerdo constante y una sola verdad.


Palpitar en tus rezos con temor de abandono.

Ser, en todo y por todo, complemento de ti.

Una sed infinita de caricias y besos;

pero no una costumbre de estar cerca de mí.


Quiero ser en tu vida una pena de ausencia

un dolor de distancia y una eterna ansiedad.

Algo más que una imagen, y algo más que un ensueño

que venciendo caminos, llega, pasa y se va.


Ser el llanto en tus ojos, y en tus labios la risa.

Ser el fin y el principio, la tiniebla y la luz,

y la tierra y el cielo; y la vida y la muerte.

Ser, igual que en mi vida, has venido a ser tú.

sábado, 29 de marzo de 2008

Adiós

No hace falta explicar este poema, puedo decir que me calza a la perfección. Saber que todo acabó mas querer retrasar esa separación. Uno cree poder recuperar las cosas, pero cuando cambian, todo es en vano.



Adiós (Paul Géraldy)

Adiós, pues. ¿Nada olvidas? Está bien. Puedes irte.
Ya nada más debemos decirnos... ¿Para qué?
Te dejo. Partir puedes. Pero aguarda un momento...
está lloviendo. Espera que deje de llover.

Abrígate. Está haciendo mucho frío en la calle.
Ponte capa de invierno. Y abrígate muy bien.
¿Todo te lo he devuelto? ¿Nada tuyo me queda?
¿Tu retrato te llevas y tus cartas también?

Por última vez mírame. Vamos a separarnos.
Óyeme. No lloremos, pues necedad sería...
¡Y qué esfuerzo debemos los dos hacer ahora
para ser lo que fuimos... lo que fuimos un día!

Se habían nuestras almas tan bien compenetrado,
y hoy de nuevo su vida cada cual ha tomado.
Con un distinto nombre por senda aparte iremos,
a errar, a vivir solos... Sin duda sufriremos.

Sufriremos un tiempo. Después vendrá el olvido,
lo solo que perdona. Tú, de mí desunida,
serás lo que antes fuiste. Yo, lo que antes he sido...
Dos distintas personas seremos en la vida.

Vas a entrar desde ahora por siempre en mi pasado;
tal vez nos encontremos en la calle algún día.
Te veré desde lejos con aire descuidado,
y llevarás un traje que no te conocía.

Después pasarán meses sin que te vea. En tanto,
habrán de hablarte amigos de mí. Yo bien lo sé;
y cuando en mi presencia te recuerden, encanto
que fuiste de mi vida, «¿Cómo está?» les diré.

Y qué grandes creímos nuestros dos corazones,
¡y qué pequeños! ¡Cómo nos quisimos tú y yo!
¿Recuerdas otros días? ¡Qué gratas ilusiones!
Y mira en lo que ahora nuestra pasión quedó.

Y nosotros, lo mismo que los demás mortales,
en promesas ardientes de eterno amor creyendo.
¡Verdad que humilla! ¿Todos somos acaso iguales?
¿Somos como los otros? Mira, sigue lloviendo.

Quédate. ¡Ven! No escampa. Y en la calle hace frío.
Quizá nos entendamos. Yo no sé de qué modo.
Aunque han cambiado tanto tu corazón y el mío,
tal vez al fin digamos: «¡No está perdido todo!»

Hagamos lo posible. Que acabe este desvío.
Vencer nuestras costumbres es inútil. ¿Verdad?
¡Ven, siéntate! A mi lado recobrarás tu hastío,
y volverá a tu lado mi triste soledad.

jueves, 13 de marzo de 2008

Farewell

Nace un blog de poemas y pensamientos. La poesía siempre me ha maravillado: he podido emocionarme hasta las lágrimas con un poema y muchos de ellos han marcado mi infancia.

Me gustaría empezar este nuevo sitio de desahogo con un chileno: Pablo Neruda. No me declaro admiradora incondicional pero hay varias poesías suyas que han tocado fibras de mi alma y me han hecho desear vivir aventuras y fantasías similares a las que describe, independientes de si éstas son felices o tristes.

El siguiente poema se titula "Farewell" pero no voy a escribir todo el poema sino que pondré sólo sus últimos versos. Son pocos pero han sido muy precisos y ciertos, sobretodo en este último tiempo donde la tristeza, el rencor, la tranquilidad, la esperanza y la alegría han sido elementos cotidianos y casi esenciales de mis días.


Farewell (extracto)

(...)
"Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.
Pero hacia donde vaya, llevaré tu mirada,
y hacia donde camines, llevarás mi dolor.
Fui tuya, fuiste mío. ¿Qué más? Junto hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.
Fui tuya, fuiste mío. Tú será de la que te ame,
de la que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.
Yo me voy. Estoy triste; pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia donde voy.
... Desde tu corazón me dice dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós."


Esta poesía me la "presentó" en el colegio una de mis mejores amigas, una amiga poeta, que escribe maravilloso y que espero que pronto publique su pequeño libro de poemas, como alguna vez lo quisiera su abuelo. Gracias amiga por ayudarme a retomar mi amor por la poesía.

Hoy quise empezar con este poema para poder cerrar un tema "pendiente"...

Ahora queda esperar...